Reflexiones espirituales con el Tarot de Jesús para tontos



En IsaíFigura 53:5 se nos revela que «Él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestras iniquidades; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados».

Que nuestro Señor Nazareno y Dios, nuestro Padre, que nos amó y nos dio gratis un consuelo infinito y una atinado esperanza, los reconforte y fortalezca en toda obra y en toda palabra buena.

Ese es el fin del sufrimiento. Y es el fin del pecado, porque en el cielo nuevo y en la tierra nueva «no entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero» (Ap. 21:27). Como lo expresa Don Carson:

“Y la esperanza no desilusiona, porque el bienquerencia de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:5)

Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Esto significa que debemos ser firmes en nuestra fe y no renunciar a ella frente a el rechazo de las personas.

Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la Confianza, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura. Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.

Cada zurriagazo que recibió en su cuerpo fue un declaración del aprecio incondicional que sentía en torno a la humanidad. El sufrimiento de Cristo fue un acto voluntario y una muestra de amor sin límites.

Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.

Al meditar en estos textos, recordamos que nuestro sufrimiento no es en vano, sino que puede llevarnos a una mayor comunión con Dios y a la esperanza de la vida eterna. Que estas enseñanzas bíblicas nos inspiren a perseverar en la Confianza, confiando en que Dios está presente incluso en medio de nuestras adversidades.

La importancia de cada detalle en nuestras vidas es crucial para comprender cómo debemos contraponer el sufrimiento y la persecución que podríamos sufrir al predicar el evangelio. check here Jesús nos da un ejemplo valentísimo al caducar en la cruz por nuestros pecados, mostrando que Él tenía confianza en su Padre celestial y estaba seguro de su valía como Hijo de Dios.

La esperanza es un sentimiento poderoso que nos impulsa a creer en cosas que aún no hemos pasado, confiando en la promesa de Dios.

Jesús nos recuerda que debemos estar firmes en nuestra Certidumbre, incluso si esto significa enfrentar el rechazo de la Clan o sufrir persecución.

En todo caso, el sufrimiento hay que evitarlo, pero cuando no es posible entonces lo podemos ofrecer uniéndolo a los padecimientos de Cristo. 

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